Hola de nuevo. Ayer Megrez y yo nos pusimos a hacer más masa de porcelana fría, en parte porque creemos que la mejor manera de aprender es hacer algo todas las veces que sea posible, y en parte porque a mí me faltaba por hacer otro medio kilo de masa para el curso de este domingo.
Como esta vez teníamos la cámara de fotos con nosotros, hicimos unas poquitas que ireis viendo a lo largo del artículo.
Lo primero que hicimos fue preparar los vasos de plástico para usarlos como vasos medidores: ésto sólo es un par de vasos de plástico grandecitos con marcas de rotulador indeleble a la altura de los 250 ml. ¿Que por qué esta medida? Porque si le echais un vistazo a la receta de Yocuna para la Porcelana Fría indica en la página de las medidas que una taza equivale a 250 ml. Marcamos dos, uno para la cola de carpintero y otro para la maizena. Así una vez terminada de hacer la masa no tenemos que preocuparnos de limpiar tanto cacharro, sino que directamente lo podemos tirar sin cargo de conciencia. Aquí los teneis:
Bien, pues empezamos a echar los ingredientes en el cacharro de teflón, y una vez metidos todos preparamos el 'invento' de Megrez: ¡El "FlipyMix"! Je, je, je. Vale, vale. No estoy diciendo que sea una idea original suya, que seguro que alguien ya ha utilizado esta 'herramienta' para remover masas y engrudos, peeeero... Como a mí me pareció muy original, y muy de hombre (a mí no se me hubiese ocurrido ni de coña), pues así os lo cuento. Aquí teneis el invento:
Sí, sí: se trata de una taladradora a baterías con una cuchara de palo, pero las de palo redondo y fino, encajada como si de una broca se tratase. Oye, y funciona. La foto que estais viendo tiene ya el mango de la cuchara cortado, porque al principio se lo pusimos entero y como teníamos que poner la taladradora a mucha altura, acabábamos cansándonos bastante. Pero una vez cortado el palo no sólo es divertido, si no que encima bate, remueve, integra y mezcla superbien. ¡Y con mucho menos de la mitad del trabajo que haciéndolo a mano! Ja, ja, ja. Me siento como una vendedora de la teletienda. Je, je, je.
Bueno, pues aquí teneis las foticos del 'removeo'. ¡Qué bien hablo!:
Las últimas vueltas se las dimos con cuchara de palo de mango ancho y a mano, pues aunque el invento está genial sí es cierto que cuesta un poco controlar el movimiento de la cuchara. Así que para las últimas vueltas, las que ya reúnen la masa que queda en los bordes, y que son cinco cucharadas escasas, a seguir sacando músculo de brazo. Je, je.
Consejillo: las cucharas de madera que regalaban con los paquetes de arroz cocinado Nomen no valen para este último trabajo. Tras hacer dos masas la cuchara hizo ¡Pumm!. Bueno, más bien ¡Crash!:
Vaaale. La segunda masa nos quedó muy bien, al menos al tacto de nuestras inexpertas manos. Y mientras masajeábamos la masa para que se fuese quedando fría antes de envolverla, mirad lo que modelamos en un pispás:
Je, je, je. Yo hice el gorro y Megrez el duende. Ja, ja, ja. Puede que luego la figurita del curso de Geraldine no me quede tan bien, pero está claro que para cosas rapiditas mi chico es el más mejor. Ja, ja, ja, ja, ja.
Ale, los cinco tupper con las cinco masas, dos kilos que hice con el resto de las participantes del curso de este domingo y los tres mediokilos que hemos hecho Megrez y yo. Si puedo y no me despisto, antes de empezar el curso trataré de hacer una foto a toooodas las masas. Ay, sí, ya sé que es un poco tonto, pero es que me hace gracia.
Venga, pues espero que hayais disfrutado de este artículo. Besotes.